miércoles, 27 de febrero de 2013

El animal chicle

Esta es mi primera entrada sobre animales y he decido hablar sobre un bichito que me causa especial impresión, y es que ¡se desplaza proyectando su citoplasma!

Se llama Amoeba dubia y para entender mejor el funcionamiento de este curioso organismo hay que saber que pertenece al reino de Protoctistas (hay cinco reinos: Moneras, Proctistas, Hongos, Plantas y Animales). Es un protozoo del tipo rizópodo, es decir, es una sola célula eucariota con el cuerpo deformable.

La ameba dubia tiene la organización corporal muy simple. Como ya he dicho, no es como los organismos más conocidos, pues es una célula de vida libre (los humanos estamos formados por billones de células), que puede encontrarse en aguas dulces.

Para trasladarse o engullir alimentos, emite de su cuerpo prolongaciones llamadas pseudópodos. Se puede apreciar muy bien en este corto vídeo:



Además de ser la especia de ameba más grande, pues es la única que puede apreciarse a simple vista (puede medir más de 1 mm de longitud), destaca en que la ameba dubia es el ser  vivo con el genoma más grande del mundo, mayor incluso que el de los organismos complejos pluricelulares (gatos, ballenas, plantas...)!

El genoma es la información genética de cada organismo, aunque también puede referirse a la información genética de una especie en particular. Está contenido en el núcleo de cada célula. Y por lo que se sabe, el genoma de la ameba dubia es el más largo de todos, con 670 000 millones de pares de bases de ADN, más de 200 veces mayor que el que contiene cada una de las células de los humanos.

A mí todas las amebas en general me recuerdan un poco a aquel pokémon llamado Dutti, que si no recuerdo mal podía adoptar las forma que quisiese:

Eso sí, es bastante más grande que cualquier ameba. 

Saludos, Miry.

domingo, 24 de febrero de 2013

-¡Qué pequeña eres, brizna de hierba! -Sí, pero tengo toda la tierra a mis pies.


Querría decirte las palabras más hondas que te tengo que decir; pero no me atrevo, no vayas tú a reírte. Por eso me río de mí mismo y desahogo en bromas mi secreto. Sí, me estoy burlando de mi dolor, para que no te burles tú.

Querría decirte las palabras más verdaderas que te tengo que decir; pero no me atrevo, no vayas a no creerme. Por eso las disfrazo de mentira, y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir. Sí, hago absurdo mi dolor, no vayas a hacerlo tú.

Querría decirte las palabras más ricas que guardo para ti; pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas. Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadía. Sí, te maltrato, de miedo que no comprendas mi dolor.

Querría sentarme silencioso al lado tuyo; pero no me atrevo, no se me vaya a salir el corazón por la boca. Por eso charlo y disparato y me escondo el corazón tras de mis palabras. Le pego a mi pena rudamente, no vayas a pegarle tú.

Querría irme de tu lado; pero no me atrevo, no vayas a conocer mi cobardía. Por eso llevo alta mi cabeza y paso como distraído junto a ti que con el rayo constante de tus ojos renuevas siempre mi dolor.

Un perro y un gato muy cariñosos